El turismo espacial es una actividad comercial relacionada con el cosmos que incluye ir al espacio como turista, ver el lanzamiento de un cohete, observar las estrellas o viajar a un destino centrado en el espacio.
Actualmente no sólo se está dando importancia a los viajes espaciales con la finalidad de la investigación, se está poniendo esfuerzo en la explotación comercial, con fines turísticos y de ocio.
Un poco de historia
Si el turismo espacial no ha comenzado antes ha sido por la fortaleza económica de las dos principales potencias, Estados Unidos y la URSS, que no veían esta rama como una fuente de ingresos y sí como una fuente de gastos. Fue tras la descomposición de la URSS y la crisis económica subsiguiente, cuando Rusia decidió aceptar la oferta de llevar un turista, es decir, una persona que viajaba por motivos no profesionales. Moscú vio con buenos ojos desde el principio la posibilidad de obtener varias decenas de millones de dólares de personas dispuestas a pagarlos por el viaje y la estancia; así podrían costear la totalidad o por parte del lanzamiento; de esta manera sus viajes de investigación podrían abonarse en parte con fondos privados.
En este punto existía una fuerte discrepancia entre Rusia y Estados Unidos, este no quería ni necesitaba esos ingresos y temía convertir el caro y delicado complejo espacial de la Estación Espacial Internacional (EEI) en destino para millonarios excéntricos. Ya antes se habían propuesto a la NASA varios viajes más o menos relacionados con el turismo, pero ninguno pasó de simples propuestas o conjeturas.
Afortunadamente para los posibles turistas espaciales, el fin de la Guerra Fría, la construcción de la EEI y, sobre todo, la capacidad de llevar al espacio tres personas en una cápsula cuando sólo son necesarias dos, abrían la puerta a esta modalidad de ocio.
La tripulación que pasaría a la Historia por llevar al primer turista espacial fue el magnate norteamericano y exingeniero de la NASA, Dennis Tito, el primer ser humano en viajar al espacio únicamente por placer y previo pago, lo que se considera un turista.
Pese a lo elevado del «pasaje» la permanencia en la lista de espera es larga, especialmente porque no siempre la plaza está disponible, aun así, varios turistas han seguido al norteamericano en su viaje, todos ellos hasta el momento con la empresa Space Adventures.
Los vuelos espaciales turísticos
En 1996 la Fundación X Prize abrió la competición para crear vuelos espaciales turísticos al ofrecer el Premio Ansari X Prize con 10 millones de dólares en metálico a quien pudiera diseñar un aparato que llevara a tres tripulantes a más de 100 km de la Tierra dos veces en menos de quince días.
En 2004 Mike Melvill lograba ascender a 103 km de altura con el Space Ship One y el avión que transportaba y hacía de módulo de aterrizaje, el White Knight; ambos construidos por la empresa Mojave Aerospace Ventures. El 4 de octubre de 2004 el piloto Brian Binnie despegaba del desierto de Mojave, en California, poco antes de las 7:00 y alcanzaba los 112 km de altura una hora después, obteniendo el nuevo récord mundial. Poco después comenzaba el descenso en espiral hasta lograr aterrizar en la pista de la que había despegado. De esta forma obtenía el ansiado premio y comenzaba la carrera para los vuelos espaciales tripulados.
Empresas con proyectos espaciales
Durante casi quince años, muchas compañías y organizaciones están colaborando en proyectos para enviar civiles-turistas al espacio:
Actualmente hay 20 empresas centradas en el turismo espacial, tal vez las más conocidas sean:
Virgin Galactic y SpaceX con Elon Musk a la cabeza de esta segunda.
¿Existen los hoteles en el espacio?
Los vuelos suborbitales o incluso orbitales son desde su nacimiento un viaje excesivamente corto para lo que pueden llegar a costar, por muy baratos que se quieran hacer. La estancia en el espacio los convertiría en una experiencia mucho más placentera.
Desde la década de 1990 o incluso antes existían varios proyectos para colocar hoteles en el espacio, pese a que la mayoría de ellos eran simples ideas conceptuales, diseños y consideraciones artísticas. Bigelow Aerospace es una empresa que proyecta la creación de una estación espacial para usos privados. Las naves Génesis son unos prototipos destinados a poner a prueba el concepto de nave hinchable, idea que esperan permita abaratar el coste de los vuelos espaciales.
Son unos módulos hinchables de 3 por 2,4 metros compuesto por fibra de carbono para resistir impactos de micrometeoritos y basura espacial.
De momento la compañía ya ha lanzado los dos primeros prototipos, el Genesis I y el Genesis II.
Hablando de otra cosa…
Aunque no sea considerado Turismo Espacial al 100%, ya que la finalidad es la investigación, no podemos dejar de mencionar esta noticia dada la implicación de un español en el proyecto:
Despega la primera misión privada con civiles a la Estación Espacial Internacional
Axiom Space junto con la empresa SpaceX, han sacado adelante un proyecto para llevar a cuatro pasajeros al complejo orbital mediante un cohete reutilizable Falcon 9. Ha partido desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.) con la nave espacial tripulada Dragon.
La Ax-1 está comandada por el exastronauta hispanoestadounidense de la NASA Miguel López-Alegría, nacido en Madrid, formado en EE. UU. y con una larga experiencia en cuatro misiones anteriores en el espacio. Los otros tres civiles (ricos empresarios y filántropos que han pagado unos 55 millones de dólares cada uno) son el estadounidense Larry Connor, que actuará de piloto, y dos especialistas de la misión: el israelí Eytan Stibbe y el canadiense Mark Pathy.
El viaje de Axiom para llevar los primeros civiles a la ISS es parte de un ambicioso proyecto para construir una estación independiente de la actual y que sirva de “hotel” para posibles turistas en un futuro no muy lejano.