El enoturismo es un tipo de turismo que lleva décadas desarrollándose en nuestro país pero que ha crecido en los últimos años, empujado por el auge de la gastronomía como experiencia de ocio en nuestras sociedades. En este post te explicamos exactamente qué es, dónde se puede realizar y cuáles son las ventajas de apostar por él.

Definición del enoturismo

Según la Asociación Española de Enoturismo, se trata de la “modalidad de turismo basada en desplazamientos a entornos vinícolas” de manera organizada, con la intención de “conocer, disfrutar y compartir experiencias en torno a la Cultura del Vino”.

Por tanto, aunque se pueden llevar a cabo catas en entornos urbanos, el enoturismo está estrechamente ligado al conocimiento del origen de un determinado vino, de modo que las experiencias enoturísticas suelen conllevar la visita a bodegas e incluso a viñedos. Por ello, este tipo de turismo está también muy relacionado con el rural, organizándose paquetes conjuntos con estancias en entornos naturales.

En España se está consolidando, tanto entre turistas locales como extranjeros. Existen algunas regiones que, por la calidad de sus vinos y por las infraestructuras existentes, gozan de una buena salud al respecto. Es el caso de La Rioja, la Rioja alavesa y Jerez, entre otros ejemplos. En Catalunya, las posibilidades son enormes, dada la variedad de Denominaciones de Origen que posee: Penedés, Alella, Empordà, Priorat, Terra Alta… Y a nivel internacional, regiones de Francia (Burdeos, Borgoña), Italia (Toscana, Véneto, Emilia Romaña), Portugal (Porto) y Estados Unidos (California) destacan igualmente por prestigio.

Ventajas de una estrategia que apuesta por el enoturismo

En la actualidad, todas las administraciones tratan de promover el enoturismo en su región, sabedores de los beneficios que este tipo de turismo reporta. Por ello, cada vez son más las rutas temáticas propuestas, como la Carretera del Vi en la provincia de Barcelona.

Una de las grandes ventajas del enoturismo es que los turistas que lo practican tienen un poder adquisitivo medio-alto y un perfil cultural de gran bagaje, de modo que son más propensos a pasar varios días en su destino y añadir a sus vacaciones otras experiencias de ocio.

Otro aspecto interesante es que, además de suponer una inyección económica para el turismo (hoteles, restaurantes, medios de transporte), también arrastra a otro sector industrial paralelo: el alimentario. Por un lado, a las bodegas productoras de vino, por razones obvias, pero también a otras haciendas que elaboran productos tradicionales y que pueden maridar a la perfección con los caldos locales: quesos, embutidos, conservas y mucho más, que a menudo se venden en las propias tiendas de las bodegas.

Y por último, para las administraciones el enoturismo es interesante porque promueve la cualificación de sus trabajadores, que necesitan conocimientos técnicos para poder desempeñar funciones de somelier, viticultores, agrónomos, enólogos…

Por esta creciente importancia del enoturismo, en el Grado en Turismo de Mediterrani se oferta la asignatura optativa Gastronomía y Enología, en el cuarto curso, así como otras asignaturas que, de una u otra manera, tratan esta tendencia turística.