Es cierto que ha nadie, o muy poca gente, le gusta que el verano se termine. El síndrome postvacacional es uno de los más extendidos en el mundo.
Ya tenemos que empezar a despedir a las terrazas, las camisetas de tirantes, los mojitos en el chiringuito de la playa y las cremas protectoras.
Pero eso no quiere decir que el turismo se relaje, ni mucho menos. España tiene una gran afluencia de turismo en septiembre. Realmente, España es uno de los pocos países que sirve como destino vacacional para turistas procedentes de todos el mundo ya que entre sus ciudades y zonas rurales guarda auténticas joyas de la naturaleza y de la cultura. El problema es que a todos estos turistas que llegan después del verano también hay que atenderles para que pasen unas buenas y merecidas vacaciones.